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Écija Balompié

Dos goles a balón parado le bastaron al Sevilla B en Écija.

Los jugadores del Écija saltaron al terreno de juego portando una pancarta de adhesión y recuerdo al compañero Miguel Ángel, al que pretendían brindarle la victoria. El defensa continúa estable dentro de la gravedad de la neumonía bilateral que le mantiene en la UCI del Hospital La Merced de Osuna.

Pero fue el filial el que ganó el partido y el técnico Manolo Jiménez también quiso brindar la victoria al joven jugador ecijano. Los locales pusieron empeño e ilusión, mientras que los visitantes lograron dos goles a balón parado que les llevó a ganar un partido exento de calidad.

Eran demasiadas las adversidades con las que el Écija afrontaba el duelo de rivalidad provincial. A la secuela por la situación de Miguel Angel había que añadir hasta siete bajas más (cinco de ellas de jugadores habituales en el once) y vaya si lo notó el equipo ecijano. El filial, frente a la ambición y las ganas que pusieron los locales, consiguió hacerse con la victoria por la vía del mínimo esfuerzo. Le bastó adelantarse en el marcador en el minuto 17 de penalti cometido sobre Kepa y que él mismo transformó, para sencillamente esperar sin demasiados apuros las acometidas en ataque de un Écija que sólo llevó peligro también a balón parado tras un lanzamiento de Jorge García que se estrelló en el lateral de la red. Poco más dio de sí la primera parte. Y, poco puede comentarse de la segunda: un calco del primer período con el susto que llevó a la grada Argüello, quien en un despeje en defensa estuvo a punto de marcar en propia puerta.

La expulsión de Raúl Pichardo en el minuto 78 dejaba al Écija diezmado. El Sevilla no lo aprovechó, pero sentenciaría en el minuto 84 con un expléndido gol del luso Helio Pinto, que de falta directa envió el balón al fondo del portal de Arrúe.

ABC / MANUEL PORCEL

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